sábado, 24 de junio de 2017

VÍCTOR GONZÁLEZ EN LA BATALLA DE RANDE

Crónica de Víctor González en la Batalla de Rande
La imagen puede contener: una persona, sonriendo, de pie, océano, gafas de sol, playa, exterior, agua y naturaleza


Lo primero es agradecer a todo el CNCO la oportunidad de pertenecer al mejor equipo que he conocido. Muchas gracias a todos los entrenadores, a mis compañeros (que me acogen y me soportan cada vez que voy a quitarles sitio) a Nacho Navarro que me animó cuando mas lo necesitaba y a los directivos sin los cuales este club no sería lo que es. Muchas gracias a todos por el apoyo que me mostrais dia a dia en todas las locuras que se me ocurren.
Afronté este reto con muchas ganas y con la ilusión de darle al club la segunda Batalla de Rande, en esta ocasión completada sin neutralizar.
No voy a negar que fui con miedos. Soy de los que piensa que hay que entrenarlo todo y no dejar nada al azar, desde los metros y la intensidad que la prueba requiere hasta el enfrentamiento al mar en soledad. Pero había una cosa que no había entrenado y era mis reacciones y la sensación a enfrentarse al mar cuando se pone mal.
Cuando llegué a Vigo vi que no habría mucho de que preocuparse, las condiciones eran buenas y las previsiones también lo eran. Así que fui al briefing, cena y a dormir.
Me levanté a las 6:30 conmuy buenas sensaciones y mucha ilusión. Desayuno a lo bestia y a las 7:30 embarcamos rumbo a Cies.
9:00 sale el primer grupo y empiezo a prepararme para salir. Recuento, entrega de gps y a las 9:30 al agua.
Salgo con mucha ilusión y dentro del grupo (la carrera es en grupo hasta el Km 12). Vamos juntos, es un grupo muy solidario y muy unido en el que todo el mundo respeta los ritmos. No dejamos atrás a nadie y cumplimos las normas (algo que es alucinante, la mejor experiencia de mi vida).
Vamos a un ritmo de 4km/h, algo que está muy por encima del ritmo previsto para nosotros. Vamos devorando kilómetros y avituallando según lo previso, las sensaciones siguen siendo muy buenas.
Km 12: avituallamos y salimos todos juntos rumbo al siguiente punto donde la prueba se abre a ritmo libre.
Km 14: sin saber porqué mi cabeza dice hasta aquí. Miro a mi alrededor y veo que el grupo se escapa un poco. Los brazos pueden pero mi cerebro piensa... llevas la mitad y te queda otra mitad. Empiezo a quedarme un poco atrás y me junto con el grupo poco antes del avituallamiento.
Empieza la carrera a ritmo libre, mis hombros están ya muy cargados y mi cabeza dice para. Desde ahí solo hay dos pensamientos: acabar y acabar. Solo recordaba las palabras de Nacho Navarro: acaba como sea, trabajaremos juntos para el año que viene. Y seguí nadando. Mi kayaker no paraba de decirme: tu ritmo es bueno, vas muy bien. Pero mi cabeza no pensaba igual. Desde ahí... canté, reí, soñé y lloré a partes iguales.
Km 18: dos compañeros de Batalla me preguntan: como vas? Yo solo respondo: mal. Pero esto lo acabo, de dia o de noche, pero lo acabo.
Km 22 (último avituallamiento): solo oigo la voz de mi kayaker diciendome: llevas buen ritmo, se que lo vas a acabar. La chica que estaba en el barco me dice: bienvenido al séptimo avituallamiento. Y solo pude beber agua, tomarme un gel y pensar: está hecho.
Quedaba lo "peor", viento a favor pero con olas que venian por la espalda y no te dejan coger ritmo. Mi kayaker tiene que irse a buscar a otro compañero que se había despistado y me quedaban 5km solo y sin ver la isla de San Simón por las olas.
Tomé referencia de las montañas que hay detrás de la isla y seguí nadando (nunca pensé que la canció de Queen "Show must go on" pudiera durar 5h). 15 minutos despues ya tenía de nuevo a mi kayaker dispuesto a seguir animándome y guiándome hasta la llegada a meta, a la vez que la gran Selina Moreno (aunque ella sin neopreno).
18:30 Cuando llego me entrevista el médico (nos lo hacen a todos para evitar síndromes confusionales por hipotermia o cansancio): todo bien? -si. Como estás? - contento. Casado? - si y con dos hijos. Y que tal? - un poco cabroncetes pero bien.
Me quito el traje y empiezo a estirar y estirar para que los hombros me dejen ducharme y vestirme. Casi 1h despues de acabar me ducho y me visto casi sin problema. Desde ahí (19:30) y hasta la entrega de premios (a las 23h) solo puedo beber agua a un ritmo descomunal. El año pasado comia y este año bebí lo que nunca.
Me gustaría destacar que esta prueba tiene una organización 10:
Barcos siempre pendientes, avituallamientos con todo lo que necesitemos (barritas, geles, agua, naranjas, plátanos e isotónicas) y además nos permitían llevar nuestro propio avituallamiento y nos lo iban dando, IMPRESIONANTE!!!
Nunca me vi solo, siempre un kayaker conmigo. Embarcaciones de la organización controlandonos y controlando que ninguna otra embarcación se meta en el recorrido.
Guardia Civil, Cruz Roja, Bomberos, Socorristas profesionales, dos equipos médicos completos (médico, DUE y asistentes con todo el material necesario para actuar si hiciese falta).

Muchas gracias a tod@s!!!