En primer lugar dar las gracias al público que ha asistido a la gala, con vuestra presencia hacéis ver la fuerza social de este equipo que es mucho más que un mero club de natación.
Decir que me siento muy alagado de ser galardonado de esta forma en un evento tan importante para todos. Es la primera vez que acudo a una celebración de este tipo con el equipo. Mis felicitaciones por tanto a la junta directiva y a los socios colaboradores por el excelente trabajo que están haciendo, han devuelto la ilusión a este equipo. Os animo a seguir por mucho tiempo más, estoy seguro que grandes éxitos están por venir.
Antes de preparar este discurso alguien me dijo, y qué digo yo sobre ti Carballal. Y esa es la misma cuestión que hoy voy a tratar de explicar. Rápidamente me vino a la cabeza cuando hace un par de meses unos nadadores benjamines me preguntaron al salir de un entrenamiento: “¿Eres tú el capitán? ¿Qué hay que hacer para ser el capitán?”. En el momento respondí sin demasiado razonamiento: “Pues llevar mucho tiempo en el club y defender a tus compañeros”. Sin embargo, no soy el que más tiempo llevo en el club ni de lejos, así que parece que todo apunta a que no es una cuestión de antigüedad.Tampoco es una cuestión deportiva, pues mismamente en el club ha habido y hay mejores nadadores que yo. Por lo que mi conclusión es que lo que puede me haga diferente en ese sentido sea mi actitud, relacionada en este caso en el día a día en la piscina. Eso es lo que desde mi punto de vista ha sido premiado el otro día. De todos modos, para encontrar explicación a algo hay que volverse a los orígenes y allá es a donde voy:
Empecé en esto de la natación en el 2006, por aquel tiempo tenía 10 años. Fue un comienzo algo tardío y no fue como todos esperáis. Apenas sabía nadar y mis padres decidieron que ya era hora. Por suerte para mí las plazas en los cursillos de natación ya se habían agotado, pero por desgracia, justo ese año se había creado un equipo de natación en Pola de Siero: el Club Natación Les Comadres.
Ahí estaba yo, el último de la calle, el mismo que se pasaba todo el entrenamiento pegándose con el agua (creo que aún lo sigo haciendo en algún que otro estilo…). Sin embargo, siempre fui observador y me acuerdo de comentarle a mis padres que algún que otro compañero se cogía a la corchera, se saltaba metros y hacía ese tipo de trampas que todos sabemos. Ellos me dijeron que no le diera importancia, que siguiera a lo mío y que no dejara de esforzarme.
Sin embargo, en toda historia llega un cambio, y en mi caso ese cambio apareció el día en el que explicaron eso que algunos llamaban ‘braza’ pero que yo entendí algo así como la ‘rana’. Ay amigo, ahí yo me defendía mejor y le empecé a coger el gustillo a esto de la natación.
Recuerdo haber pasado 3 años muy buenos en este club, con grandes compañeros y recuerdos. Sin embargo, en esta bonita etapa acabé llevándome una gran desilusión que fue no conseguir participar en los Campeonatos de España alevín. Aún recuerdo cuando mi entrenador me dijo que aquella era una oportunidad que pasaba una vez en la vida, y que no volvería a tenerlo tan cerca. Sin embargo, yo nunca me rendiría, eso lo tenía claro.
Llegué en 2009 al Club Natación Ciudad de Oviedo y con el llegaron grandes cambios.Voy a recalcar aquí, la condición a la que llegué con mis padres para venir a Oviedo a entrenar. Era simple: MANTENER MIS NOTAS.
He de confesar, que por aquel tiempo aunque era casi novato en este mundo, la natación era más interesante para mí que los estudios. Por lo que en ese momento veía estudiar como el medio necesario para ir a entrenar. Pronto comprendí que los estudios eran lo primero. Era yo mismo quien calibraba cuando tenía que nadar y cuando tenía que quedarme en casa para estudiar. Mis padres NUNCA me quitaron de ir a entrenar.
Aprovecho para decir que si te organizas bien, se pueden hacer las dos cosas a la vez, y con buenos resultados tanto en el instituto como en la universidad. Con la participación en 7 campeonatos de España y una Copa de España, he conseguido mantener el nivel de mis notas durante la ESO y el Bachiller.
Además he entrado en una carrera de salud sin haber dado Biología y ahora mismo tengo el orgullo de decir estoy peleando siempre por sacar las mejores notas posibles en el Grado de Fisioterapia. Ningún año me he apartado de la natación, solo esperé en los momentos difíciles la oportunidad de entrenar un poco más.
Aprovechad ahora que estáis en el colegio para organizaros bien y entrenar, coged el hábito lo antes posible. Con el tiempo aparecen más obligaciones pero nunca dejéis que os separen de vuestro deporte.
Recuerdo ahora también la poca consideración que algunos de mis profesores tenían con el tema de que yo entrenara a diario. Decían que perdía el tiempo y alguno me hacían bromitas como: ‘Mas trabajar en clase y menos ir a la piscina a ponerse bañadores ajustados’. Comprendo ahora su ignorancia y es que cuando alguien no es capaz de hacer algo te dirá que tú tampoco serás capaz.
Cuando tenía exámenes sacrificaba los recreos para estudiar, también en el trayecto Pola-Oviedo y muchos fines de semana renunciaba a salir. Y es que cuando se quiere algo se puede sacar tiempo de cualquier sitio.
Volviendo al tema principal, con mi llegada al Club Natación Ciudad de Oviedo, mi situación mejoró exponencialmente. Noté el cambio en la calidad de los entrenamientos e hice en seguida grandes amigos, un ejemplo de que se puede ser grandes rivales en el agua y buenos amigos en la vida.
Como adelanté antes, conseguí aquí clasificarme para un campeonato nacional, y aquello fue la mejor recompensa que me podían dar al esfuerzo de todo un año. Sin embargo, yo soy un chico muy competitivo y si un problema tengo es que nunca me doy por satisfecho, siempre quiero más. De este modo llegaron más campeonatos de España, pero también llegó alguna que otra desilusión. Y es que cuando más alto apuntes, más chascos te sueles llevar.
Como consejo os diré que hay que ir poco a poco y trabajar a diario. Confieso que una de mis desilusiones fue no entrar en el CTD del Cristo. No obstante, acabé dándome cuenta que mi lugar era el CNCO, que era a fin de cuentas donde yo era feliz.
Había llegado a empatizar mucho con mis compañeros y entrenadores, y tenía todo lo necesario para seguir creciendo como deportista. Estoy orgulloso seguir aquí y de nunca haberme rendido a pesar de las dificultades.
No se comportarme de otra forma: no puedo dejar algo porque no salga como esperaba, lo intento y lo volveré a intentar cuantas veces sean necesarias. El deporte nos vuelve así y nos da la paciencia necesaria para esforzarse.
También me gustaría también agradecer a mis padres la confianza depositada en mí. La paciencia y la comprensión yéndome a buscar a los entrenamientos y competiciones. Ellos nunca me han presionado, me apoyaron en todo momento y me corrigieron en las cosas que estuve equivocado. Un buen apoyo es fundamental para obtener los mejores resultados.
El CNCO es el lugar ideal donde crecer y formarse como deportista. Es un club de humildad, de entrega y de ilusión. Nosotros los nadadores hemos de representar siempre estos valores. Tenemos buenos espejos donde mirarnos, muchos ejemplos a seguir.
Sin ir más lejos Vicente para mí es uno de ellos. Admiro su ilusión por mejorar día a día en lo deportivo y su entrega a este club. Tenemos además unos entrenadores que son fiel reflejo del sacrificio que ellos nos exigen en cada entrenamiento. Después de tantos años, Pablo y Paula son casi como mis segundos padres. He crecido con ellos, y han tenido un peso importante en la educación que he recibido y por tanto os tengo que agradecer todo lo que habéis hecho por mí.
Hoy como he dicho tengo el privilegio de ser el capitán, y aunque lo llevo con orgullo es toda una responsabilidad. José Miguel Bermúdez, mi antecesor en el cargo, fue todo un ejemplo de los valores del CNCO. Trataré de dar la cara por este club tanto como has hecho tú, y espero volver a reunir un equipo para volver a participar en la Copa de España como tú lograste.
Gracias a mis compañeros y amigos por compartir esta pasión conmigo. También a los nuevos que poco a poco voy conociendo, hagamos de este club un gran equipo.
Lo que la natación me ha dado, le estaré eternamente agradecido. Cada día me enseña algo nuevo. He aprendido a saber cómo lograrlo que quiero: ESFUERZO y DETERMINACIÓN. Estoy seguro, y no lo espero de otra forma, que los “éxitos” vendrán siempre de la mano del tesón y trabajo diario.
Para acabar me gustaría hacer un llamamiento a los más jóvenes, para que tomen el ejemplo y continúen nadando hasta llegar a absolutos. Aquí empieza la natación de verdad. Que no os echen abajo las dificultades. La natación como la vida, es una carrera de fondo. Las cosas que nos hacen sentir orgullosos se consiguen con esfuerzo y sacrificio. Luchad siempre por lo que estáis convencidos, y aceptar los consejos de quienes os quieren, pero escuchad siempre a vuestro corazón.
Nunca os rindáis, vuestra actitud es lo que nos grandes.
GRACIAS A TODOS.
